Actualidad

Toma y dame

3 de septiembre, 2022

Por: Román Ibarra

Un nuevo ¨deporte¨ se ha metido de lleno en el quehacer de la política venezolana, y se conoce como el Toma y Dame, generalizado tanto en el gobierno, como en la oposición.

Se trata de las mutuas acusaciones de actos de corrupción entre partidos vinculados al grupo del G4, por la manera en que manejaron los asuntos relativos a las empresas Monómeros; Citgo, y la multimillonaria ayuda humanitaria, de las que aún no hay rendición de cuentas claras.

Los jefes de cada grupo que antes utilizaron el llamado a la abstención, y los golpes de estado (chapuceros) como bandera política con la intención (desquiciada) de tumbar a Maduro, descubrieron un súper negocio en dólares que les ha permitido vivir como Reyes, sin trabajar. Visto el fracaso estrepitoso de la abstención, ahora dicen que regresan al ámbito electoral, sin dar explicaciones, ni pedir perdón, pero claro con un nuevo ardid: las primarias de ese sector, autodenominado la ¨oposición legítima¨, con el cual, pretenden escoger al ¨candidato¨ de esa opción sectaria, y excluyente.

Una carrera loca en la que ya hay más de 40 aspirantes de pura fachada, pero sin programa de gobernabilidad alguno, sin propuestas. Penoso.

En otro lado del mismo espectro opositor, también abundan los aspirantes y hay  uno en particular que luce cual boxeador al borde del knock out, batiendo los brazos al viento, en una mala copia del estilo del extinto Presidente Pérez. Igualmente sin mensaje, solo recurren a clichés mal elaborados, y peor difundidos. Distorsión plena de lo que debería ser una campaña en estos tiempos.

Por su parte, y más grave aún, es la guerra a muerte desatada en el seno del gobierno, y sus más altos voceros, con las acusaciones de corrupción a manos de quienes antes fueron los niños mimados, y consentidos, no sólo de Chávez, sino del propio Maduro.

Resulta ahora que el ex presidente de Pdvsa; ex ministro de Petróleo, y ex canciller Rafael Ramírez, es el más grande corrupto y destructor de la industria petrolera, y además director de la trama de lavado más grande que se haya conocido en la multiplicidad  de negocios realizados en estos 23 años de gobierno ininterrumpido, con los cuales, saquearon al país.

Ramírez devuelve el golpe diciendo que tiene pruebas de que los familiares de la esposa del Presidente son los verdaderos responsables del desastre, y no él. Lo más sórdido del asunto, es que todos se dieron cuenta varios años después. Antes nunca fue visible, pero ahora todos son luchadores por la ¨decencia¨  y la  moral.

Si todo lo que dicen unos de otros, y viceversa, tanto en la oposición, como en el gobierno es verdad, es obvio que vamos por muy mal camino, pero lo más dramático es que en medio de todo, hay una sociedad entera ávida de respuestas y soluciones a los graves problemas existentes, y que comportan condiciones de vida inhumanas.

6.8 millones de venezolanos huyendo del país en busca de mejores condiciones de vida, y los que siguen dentro de nuestras fronteras, sometidos a la falta de servicios esenciales para la vida, como luz; agua; metro; salud; seguridad de personas y bienes, entre otras calamidades.

¿Un país con tantos recursos materiales, y humanos para relanzarse al desarrollo, tiene que soportar tanta mediocridad? Inaceptable.

Es obvio entonces, que ninguno de los que crearon la crisis, por acción y otros por omisión, están en capacidad de solucionar la crisis.

Es la hora de la ciudadanía para discutir un amplio programa de gobernabilidad, y solo luego buscar un candidato que encarne el consenso como una opción de triunfo. Un estadista que piense en el porvenir de la nación, y no en la complacencia de sus compañeros de partido. Un gobierno para todos.

 

El Reporte Global, no se hace responsable de las opiniones emitidas en el presente artículo, las mismas son responsabilidad directa, única y exclusiva de su autor.

A %d blogueros les gusta esto: