No basta votar

16 de noviembre, 2021

Por: Rodolfo Godoy Peña

Se acercan las elecciones regionales en Venezuela. Dentro de una semana los venezolanos estamos llamados a votar. En la contienda se presenta una oposición que ha decidido volver a participar luego del harakiri en los últimos eventos electorales y que teniendo en los últimos años unos números muy favorables y una opción clara de triunfo para derrotar a la revolución, en vez de competir, decidieron eviscerarse como forma de “ilegitimar al régimen”; es decir, que intentaron ganar el partido sin competir y lo perdieron por “walkover”, cuando podían haber ganado de manera abrumadora y hacer la “formación de la victoria”.

El regreso de la sensatez en la oposición venezolana con la vuelta al camino de la lucha civil y pacífica – luego del fracaso del vía armada e insurreccional – le significa al país una oportunidad de dirimir sus diferencias de manera democrática para encontrar solución a tantos y variados problemas que lo aquejan, porque votar es una manera de activar la democracia. El voto debe servir como una eficaz válvula de escape para que una sociedad no intente zanjar sus diferencias a través de la violencia de modo que cabría preguntarnos: ¿por qué, después de más de veinte procesos electorales en este siglo, Venezuela vive sumida en una polarización extrema y en un círculo vicioso del cual parece incapaz de salir?

Parece que la primera respuesta a la que habría que arribar es que “voto” no es igual a “democracia” y no porque sea fraudulento el proceso – que en algunos casos puede serlo – sino porque la elección de una persona no significa que se ejerce la democracia.  ¿Noruega es menos democrático porque su Jefe de Estado no sea electo?, ¿Acaso no llegó Hitler a la cancillería alemana en 1933 a través de los votos de su partido? ¿No fue Hugo Chávez electo en varios procesos de votación con una contundente mayoría?

Plebiscitar no es democratizar. No por mucho votar se hace más democrática una sociedad. La democracia es un sistema político que se inicia con los votos pero cuyo ejercicio requiere sine qua non de la actitud democrática de los elegidos y de los electores. La democracia, por tanto, si bien implica la elección de representantes y la participación política del pueblo, no debe confundirse con la sola elección popular de los gobernantes, ni con la sola contingencia de participación de los ciudadanos en la gestión de las cuestiones públicas. Veamos dos ejemplos.

El diputado por el PSUV Diosdado Cabello compagina su función de parlamentario con el de presentador de televisión en un programa semanal que lleva por nombre “Con el Mazo Dando” y que se trasmite a través del canal del estado venezolano los días miércoles con una duración aproximada de 3 horas y 30 minutos. En dicho programa el parlamentario oficialista promociona a su partido y despotrica de los actores de oposición, situación que se agudiza al acercarse un proceso electoral, y donde sin ningún impedimento el diputado Cabello se dedica durante horas y con un decorado de imágenes de su jefe muerto, el logo de su partido y el eslogan de la campaña electoral de su parcialidad política, a explicar el proceso interno de la elección de los candidatos del PSUV y a exhibir imágenes y videos de sus giras por el país, levantándole la mano a los candidatos del partido de gobierno.  La única cabida que tiene los políticos de otras toldas es cuando el diputado Cabello los insulta.

VTV es de todos los venezolanos y por eso comporta un ventajismo vergonzoso que el vicepresidente del partido de gobierno use los activos públicos para beneficio de su facción y para promover su parcialidad pero que, a su vez. los partidos que hacen oposición política en Venezuela no tengan la misma cabida y el mismo espacio, con los mismos recursos de los que disfruta el PSUV. Más grave aún fue la ocasión cuando recientemente el rector Roberto Picón lo llamó a capitulo conforme a la legislación electoral del país y en respuesta el diputado Cabello, durante su programa, luego de intentar desacreditarlo por su trayectoria pública, se refirió al alto funcionario del Poder Electoral tildándolo de “lavaperros”.

Y es que el diputado Cabello, aun cuando fue electo por los votos, no actúa conforme a los principios de la democracia.

Pero este grave mal que infecta la democracia venezolana no es unilateral, lamentablemente: en un video difundido el pasado 02 de noviembre en las redes sociales la gobernadora del estado Táchira, Laidy Gómez (AD) se refiere a la reapertura de los aeropuertos de su estado, y explica que el día 19 de julio había “solicitado a la ONU” el reinicio de actividades en los mismos, para concluir informando que al día siguiente, el 20 de julio, le había exigido lo propio al ministro competente.

El cierre de los aeropuertos y la suspensión de vuelos fue una medida aplicada por el gobierno nacional para el control de la pandemia, providencia adoptada también por muchos países del mundo frente a la amenaza de “transportar” el contagio a otras zonas que expandirían la contaminación. En Venezuela el control del tráfico aéreo es una competencia nacional, así como lo es el control de las enfermedades y epidemias, es decir que le corresponde su manejo al gobierno nacional, de aquí que si la gobernadora estaba inconforme con la decisión de mantener los aeropuertos sin operaciones debió acudir a las instancias judiciales en Venezuela para dirimir el conflicto.

Pero además de que parece no haber sido suficiente para la gobernadora del Táchira haber omitido el cumplimiento constitucional al que estaba obligada haciendo su petición al órgano competente, se aventura a pedírselo primero a la “Organización de las Naciones Unidas” (¿?) en vez de al ministerio; y no conforme con eso entonces amenaza -en el caso de ser reelegida- con “sacar” de su jurisdicción al FAES, una de las fuerzas policiales de la Nación, para lo cual obviamente no tiene la más mínima competencia, de modo que también engaña a sus electores.

Al igual que el diputado Cabello, la gobernadora Gómez, aun cuando fue electa por los votos, no actúa conforme a los principios de la democracia.

Los venezolanos tenemos la oportunidad en este proceso electoral de depurar el futuro político del país. La democracia se sustenta y se ejerce sobre los demócratas que son electos y sobre los que eligen. Hago votos para que este proceso sea un parteaguas en la historia del país que nos permita comenzar su redemocratización.

 

@rodolfogodoyp

 

  

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