
Universo musical (Crónicas para el recuerdo) Héctor J. García
“Che negro, con esta canción o ganá o vas en cana”, le dijo el compositor italo-argentino, Gian Franco Pagliaro, a Héctor Cabrera cuando le presentó un tema de su autoría, Las cosas que me alejan de ti, para que participara en el IV Festival de la Canción de Buenos Aires en septiembre de 1970 (en plena dictadura argentina) en un viaje que hiciera a Venezuela meses antes de que se realizara el evento artístico.
Cabrera había sido contactado meses atrás por el productor sureño Aldo Fabre para que interviniera en el prestigioso festival, y por ese motivo Pagliaro pisó tierra venezolana para confiarle la canción al venezolano.
“Las dos cosas te van a beneficiar, te van a dar publicidad”, le recalcó al intérprete caraqueño. Y no se equivocó Pagliaro- quien además era cantante- pues la canción fue la absoluta ganadora de ese festival bonaerense de ese año escenificado en el famoso estadio cubierto Luna Park.
Anteriormente, en el 69, otra venezolana, Mirtha Pérez, aunque no ganó, se alzó con el segundo lugar Con la nave del olvido, del argentino Dino Ramos.
La remembranza viene a colación porque recientemente -el pasado 28 de septiembre- se cumplieron cincuenta (50) años del histórico triunfo de este artista venezolano también conocido como el “Poeta de la canción”.
Las cosas que me alejan de ti es una balada de contenido político que para ese año de 1970 de plena dictadura militar, bajo el férreo mandato del general Roberto Marcelo Levingston como presidente encargado, obtuvo la más alta votación del jurado en el festival al ser interpretada por el artista venezolano, quien fue el triunfador y el más ovacionado esa noche del 28 de septiembre. El criollo fue acompañado de una orquesta integrada por 28 músicos bajo los arreglos del pianista y director argentino Buby Levecchia.
“Cuando comienzo con la canción empieza a organizarse una reacción de gente moviéndose, inquieta, para dar paso a una explosión, una ovación extraordinaria que se me paran los pelos cuando yo veo esto. Era el milagro de esa canción y el milagro de un pueblo musical”, recordó Héctor en una entrevista radial al locutor Henrique Bolívar Navas.
Por cierto, el canal Venevisión transmitió el evento y cuando declararon ganador a Cabrera y éste fue a recibir su premio en plena tarima se desmayó.
Caraqueño de nacimiento
Héctor José Cabrera Medina, su nombre de pila, había nacido en Caracas en el sector de Montepiedad mucho antes de llamarse 23 de Enero, y luego fue a vivir en el barrio El Guarataro. Sus padres fueron Pedro Pablo Cabrera Dumas y Olimpia Medina, oriundos de los estados Trujillo y Aragua, respectivamente.
Como todos los artistas que provienen de extracción humilde, en sus primeros años fue mensajero y vendedor. Luego aprende el arte de la tipografía, a la par de iniciar su vida musical en la radio y con un conjunto de música criolla llamado “Los Juancheros”, con quienes graba su primer tema El cachicamo.
Posteriormente conoce al maestro Juan Vicente Torrealba y sustituye nada más y nada menos que a Mario Suárez. Con Los Torrealberos lleva al acetato Por el camino real y su melodía bandera conocida por toda la geografía nacional y más allá de las fronteras patria: Rosario, cuya letra pertenece a Ernesto Luis Rodríguez y la música de JVTorrealba. Aquí comienza una cadena interminable de éxitos y con su voz se inicia lo que se conoció, posteriormente, como el bolero valseado o el vals pasaje (Rosario).
Por los años 60 surgió una nueva forma de expresión musical conocida como el Ritmo orquídea, del maestro Hugo Blanco, y Héctor Cabrera, inmediatamente, se identifica con él y de ahí la vena creativa de sus letras, de compositor, se pone de manifiesto. Temas como Presentimiento, Morena Thais, Amores de estudiantes, Coqueta y Nora, entre otras, se dejan escuchar con insistencia en la radio convirtiéndose en éxitos discográficos.
Héctor internacional
Antes de entrar al conjunto “Los Torrealberos”, visita a Colombia en 1958 donde estaba pegado con el tema Cariño mío. Luego pasó a Santo Domingo, Puerto Rico y México. De la mano del productor discográfico José Pagés, del sello “Velvet”, se marcha a Cuba donde graba El pájaro choguí, éxito total en esa isla. En Venezuela había sonado mucho en la voz de Néstor Zavarce. Ahí conoce al destacado director Adolfo Guzmán y su orquesta y graba Pobre del pobre y Herido de sombra.
“Yo fui a La Habana por dos motivos: uno para grabar y otro para tratarme lo del accidente de mi brazo por lo del balazo que me dieron en La Guaira. Pagés me llevó al edificio Fox donde estaba la emisora CMQ y allí el maestro Guzmán tenía su oficina. Lo conocí y empezamos a ensayar”, contó Cabrera en una entrevista radial. “El poeta de la canción” permaneció en la isla por espacio de año y medio alternando con grandes figuras de la talla de Benny Moré, Olga Guillot y Blanca Rosa Gil, entre otros.
Triunfa en México y Argentina
También de la mano de Pagés, Héctor entra en el difícil mercado mexicano donde se radica por espacio de cuatro años (1964-1968). La canción Cría cuervos, del dominicano Mario de Jesús, fue su carta de presentación. Luego vinieron Perdóname mi vida, La media vuelta y otros éxitos. Allí se codeó y trabajó con grandes directores como Chucho Zarzosa (grabó con él Cría cuervos), Jorge Ortega, Chucho Rodríguez, José Sabre Marroquin y Armando Manzanero.
En cine filmó alrededor de 7 películas al lado de figuras como Libertad Lamarque, Lorena Velásquez y Lola Beltrán. En Argentina, como señalamos al inicio, Las cosas que me alejan de ti lo catapultó a la fama y dado ese triunfo se radicó por varios años donde puso de moda de nuevo el tango La comparsita, El roble, El clavelito y El último trovador. Los bonaerenses también disfrutaron de este artista venezolano en su faceta de actor y animador de televisión, quien falleciera en Caracas el 6 de junio del 2003 a la edad de 71 años.
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