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El mundo conocido yace muerto a nuestros pies

11 de abril, 2020

Como un rayo todo ha cambiado en el mundo frente a nuestros ojos atónitos. Las culturas se tambalean. Los gobiernos, los empresarios, los políticos no estaban preparados para esto. Solo los científicos que lo venían advirtiendo, pero jamás fueron escuchados por los del poder.

Estamos obligados a cambiar radicalmente nuestra mentalidad. La forma como percibíamos, como entendíamos la vida. Nos toca replantearnos TODO. Hacernos una especie de reseteo integral y aprender a adaptarnos a lo que viene surgiendo. El mundo que hasta ahora conocíamos murió.

Hasta que no se logre dar con la vacuna, producirla masivamente y aplicarla a escala mundial a cada ser humano para inmunizarnos, no estaremos a salvo. Eso tardará entre año y medio y dos años. Mientras el desempleo, el desabastecimiento y el hambre azotarán como nunca antes al mundo.

La economía tal y como la conocíamos también murió. En este momento el trabajo en nosotros mismos debe ser psicológico y fundamentalmente espiritual, para poder tener la entereza, la fortaleza necesaria para adaptarnos a este nuevo mundo de restricciones, protocolos sanitarios de prevención y distanciamiento social.

Quienes más sufrirán serán los adolescentes y los adultos mayores. Los niños tendrán la capacidad de adaptarse, sí cuentan con el apoyo de sus padres. Divorcios por doquier pero, también reconciliaciones y reconstrucción de hogares. Evidentemente, los telempleos y/o teletrabajos se impondrán, sin embargo siempre que surge una crisis igualmente nace una oportunidad.

Se seguirá aplicando: «La supervivencia del más apto» de la teoría evolutiva de Charles Darwin. Pero, ese «más apto» estará signado principalmente por la aptitud, capacidad de adaptación y sobre todo CREATIVIDAD. Ya no solo los más fuertes están destinados a sobrevivir, sino los más ingeniosos.

La nueva economía que surgirá tendrá ese sello vital de creatividad. Más pobreza, más brecha económica y tecnológica entre los que más tienen y los que menos tienen. La especie humana demostrará nuevamente que no sabe aprender a vivir, ni el sentido de esta.

Por consiguiente continuarán nuestros vicios, miserias humanas y destrucción del planeta. Se mantendrán vivas las ancestrales guerras religiosas, étnicas, por las tierras, el agua, la comida y principalmente por el poder.

Lo bueno es que paralelamente surgirán movimientos sociales con mayor fuerza y mayores seguidores, en todo el mundo, los cuales intentarán hacer el equilibrio que impida el autodestruirnos y con nosotros al planeta. Solo que no está garantizado que esos grupos sociales tengan éxito.

En conclusión, estamos frente a un nuevo mundo, que solo viviéndolo sabremos si es mejor o peor que este que hoy yace muerto a nuestros pies.

 

@JoséRiosLugo

 

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