
18 de junio, 2020
Esta semana participamos en un evento virtual organizado por la Universidad Nihon Gakko de Paraguay sobre la educación en tiempos de coronavirus. Compartimos con profesores de diferentes universidades latinoamericanas, entre ellos el Dr, Adalberto Santana (México); Dr. Camilo Montoya (Colombia); Dr. Franco Fiumara (Argentina); el Dr. Dionisio Ortega de Paraguay rector de esta universidad y la moderación de la Dra. Lucy Bento.
En nuestro caso desarrollamos la tesis sobre la necesidad de aprovechar los procesos de enseñanza -aprendizaje virtual debido a que, nos encontramos en la era de la revolución digital. La pandemia obligó al 90% de docentes y estudiantes por el aislamiento a recurrir a las diferentes herramientas digitales. Profesores y estudiantes tuvieron que trasladar las aulas físicas al mundo virtual, con las ventajas e inconvenientes que esto ha significado. Reafirmamos nuestro criterio de la imposibilidad de sustituir la educación presencial por la virtual.
En materia educativa, definitivamente nos encontramos en la era digital. Según la Unesco estudiantes y profesores con el Covid-19 tuvieron que recurrir como única vía en el proceso de enseñanza-aprendizaje a las diferentes plataformas y aplicaciones.
En la era digital pasamos de una educación analógica a la virtual gracias al uso de los ordenadores, donde se transfiere la realidad al mundo numérico facilitando su modificación con la posibilidad de almacenarla, reproducirla y transferirla a la Web con toda su dimensión tecnológica y la posibilidad de nuevos futuros; pero siempre en la alineación de lo humano siendo el hombre la causa de lo digital.
La educación online es una realidad recomendada por los organismos internacionales especializados como la Unesco y la Unicef, así como por los institutos de educación y universidades. La realidad virtual con los cursos interactivos en la Web además de las plataformas y el e-learning son componentes esenciales en la nueva educación. Insistimos en que todo este aporte de la tecnología de la información y comunicación fue esencial en estos meses de pandemia, sin embargo deben convivir con los procesos de educación tradicional donde la presencialidad es fundamental.
El Covid-19 nos demostró la posibilidad de la Tele-educación, no podemos estar al margen de esta revolución tecnológica. Las computadoras, el internet y los Smartphone mejoran la interpretación que podamos tener de la realidad y perfeccionan los logros de la ciencia y la tecnología.
Debido a la cuarentena obligatoria o voluntaria, descubrimos la dificultad de la educación virtual al no poder sustituir el contacto personal del estudiante/profesor; especialmente en la educación primaria y secundaria. También se han evidenciado las perdidas colaterales de la atención individual y personalizada; el apoyo emocional y los beneficios de programas de alimentación. El desfase de carácter económico y social entre quienes pueden tener acceso a los diferentes recursos tecnológicos desde sus hogares y aquellos quienes están marginados crean una desigualdad educativa. Los países desarrollados han tenido más éxito en esta tarea ya que en sus hogares poseen como mínimo internet y smartphones.
El virus no podía detener la educación, sin embargo los Organismos especializados en educación han hecho una distinción entre lo urgente y lo necesario. Ha sido urgente continuar con el proceso de enseñanza /aprendizaje y la finalización de los cursos durante el aislamiento, pero sigue siendo necesaria la cada vez mejor calidad que debe tener la educación.
Un tema que sugerimos en la etapa de la post pandemia particularmente para los países del tercer mundo es privilegiar la sanidad y la educación sobre la economía y orientar nuestros institutos de educación superior hacia aéreas de investigación en estos campos. Igualmente, profundizar en los beneficios que nos puede aportar en la educación los nuevos procesos de la Realidad Virtual que desde 1982 se están empleando en todos los sectores de la actividad humana. Penetrar los salones de clases con entornos de situaciones, escenas y objetos simulando la realidad y en ambientes generados por tecnologías informáticas. El estudiante podrá incorporarse a cualquier escenario con dispositivos como lentes o cascos de Realidad Virtual y otros implementos para el intercambio y la interacción en esa Realidad Artificial. Esa nueva realidad permite al educando la tridimensionalidad y la telepresencia con contenidos académicos en aéreas tan importantes como la historia, la geografía, la biología, la arquitectura y la ingeniería. En este campo de la RV se han desarrollado productos de hardware y software especialmente dirigidos a la educación utilizando dispositivos de realidad virtual.
Todo esta revolución digital por ahora seguirá conviviendo con el virus de Covid-19, en cuanto tengamos la vacuna y se declare superada la crisis podremos aprovechar los aprendizajes de los usos masivos de estas tecnologías digitales para una mejor educación pero siempre tomando lo mejor de lo presencial y lo virtual.
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El Universal