
21 de septiembre, 2020
Sí, es válido sentir odio. Más cuando en un país como Venezuela hay razones de sobra para ello. Cómo no sentir odio contra un gobierno corrupto, inepto y violador de los DDHH que ha destrozado un maravilloso al país y hecho cuadritos la vida de los venezolanos. Que ha causado heridas muy graves, separación de las familias, hambre, sufrimiento y muertes. Ese odio profundo está plenamente justificado. Pero, hay 3 problemas relacionados con ese odio que algunos sienten:
- Cuando tú permites que ese odio poco a poco y casi sin darte cuenta te vaya consumiendo desde adentro hasta que llega a anular tu visión y raciocinio. Que no te deje pensar y analizar con claridad. Que te envenene el alma y termines entonces convirtiéndote en un ser miserable, despreciable. En algo igual o incluso peor que aquello que precisamente odias tanto porque son miserables y despreciables.
- ¿Qué hacer con ese odio?
- ¿Cómo transformar el odio en algo positivo, productivo y útil?
Si no conseguimos la forma de canalizar ese odio de manera POSITIVA, ese odio se vuelve irracional y termina por destruirnos a nosotros mismos y a nuestros seres queridos. No hay nada más dañino, peligroso e INÚTIL que el odio cuando no conseguimos la capacidad de transformarlo en fuerza positiva y de real de cambio. No en violencia que genera más y más violencia haciendo un círculo vicioso del cual se sabe cuando se ingresa, pero no cuando se saldrá.
Colombia lleva más d 60 años enredado en ese círculo violento, en ese odio INÚTIL que ha cobrado la vida de millones de colombianos. Los venezolanos debemos vernos en ese espejo y no permitir que el odio convertido en fuerza negativa, en vendaval de violencia nos transforme y termine por destruirnos. Vamos a drenar ese inmenso y muy justificado odio contra este gobierno con el armar que tenemos y sabemos usar los demócratas; EL VOTO.
Partiendo de lo electoral podremos retomar la vía pacífica, real, viable y constitucional hacia un verdadero cambio de los que hoy detenta el poder en Venezuela, debemos volver al diálogo, los acuerdos políticos y la opción electoral que nunca debimos abandonar. Con la nueva Asamblea Nacional podremos reinstitucionalizar al país y en su seno llegar a los acuerdos que tanto necesitamos para poder dar soluciones concretas a los principales problemas de los venezolanos.
Todo esto mientras llegamos al referendo revocatorio del 2022, donde JUNTOS el 80% o más de los venezolanos que adversamos al gobierno autoritario de Nicolás Maduro, al chavidurismo enquistado abusivamente en el poder, podremos mandarlos ¡pa’l carajo! Con la fuerza indetenible de los votos.
@joserioslugo
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